No dejes que un despiste ponga en peligro tu seguridad al volante
En ocasiones un despiste al volante o la pereza de revisar ciertos básicos de tu vehículo pueden convertirse en un verdadero problema para tu seguridad y para el buen funcionamiento del mismo.
Todos cometemos fallos en nuestro día a día. Aquí os dejamos algunos de los más comunes con el coche para que le pongamos atención y evitarnos algún que otro disgusto.
Diferentes combustibles
Parece mentira pero es uno de los errores más habituales sobre todo para la gente que trata con diferentes motores cada día. Equivocarse con el combustible puede ser un verdadero quebradero de cabeza, en caso de que te suceda y te des cuenta pronto deberás llamar a tu seguro para que te recoja el vehículo la grua y te lo lleve al taller para que vacíen el depósito y lo limpien. En los peores casos, que te des cuenta más tarde, la cosa se complica ya que en el caso de los diésel puede afectar a el filtro del carburante, bomba de inyección y algunos inyectores. Y en un gasolina la cosa será bastante grave porque podrás romper el catalizador y tu factura se incrementará considerablemente.
Apurar el depósito
Apurar demasiado el combustible hace trabajar mucho más a la bomba de inyección pudiéndose formar burbujas de aire y una mala refrigeración. También, la bomba absorberá los residuos del depósito y en el peor de los casos los inyectores se verán afectados.
No revisar las ruedas
La presión de los neumáticos es fundamental tanto para nuestra seguridad, ya que con una mala presión aumenta de manera considerable el riesgo de accidente, como para el buen funcionamiento del vehículo. Puedes leer más sobre la presión de los neumáticos en este artículo: ¿Cómo saber si tus neumáticos son seguros?
Nivel de aceite
Las consecuencias de no cambiar el aceite pueden ser muy graves porque se pierde la capacidad de lubricar y las piezas mecánicas sufren un desgaste prematuro. Puedes encontrarte con roturas de casquillos de bielas, arqueos de levas o, incluso, con el gripado del motor.
Luces encendidas
Si te olvidas las luces encendidas durante varias horas, es más que probable (casi seguro) que la batería se descargue por completo y no puedas arrancar. Si aún quedan restos mínimos de carga, podrás arrancar cuesta abajo (o con unas pinzas) y tirar para adelante. Si la batería estaba para poco, lo más normal es que ya no levante cabeza. Te tocará cambiarla.
Ignorar los testigos
Olvidarse de un aviso del cuadro de instrumentos o dejarlo pasar puede ser grave. Haz caso de los avisos del coche, acuérdate de ellos y consulta el manual de instrucciones.
Dejarte las ventanillas abiertas
Si cometes el error de dejar un hueco y te roban la compañía de seguros no se hará cargo si no existen señales de violencia (cristales rotos, cerraduras forzadas), no hay forma de demostrar el robo.
Fuente: El Motor