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Circular por una rotonda o glorieta es uno de los puntos que provocan más conflictos cuando estamos al volante.

Muchos conductores, por desconocimiento o simplemente mala educación, no respetan la normativa para circular por una rotonda. Analizamos los puntos básicos para circular por una rotonda con seguridad

La mayoría de ocasiones los problemas que encontramos al circular en una rotonda vienen dados por el comportamiento inadecuado del resto de conductores, que no efectúan la maniobra correcta con el consiguiente peligro de accidente. ¿Quién no ha tenido que frenar bruscamente alguna vez porque otro usuario ha “cortado” la trayectoria de forma incorrecta para salir de la glorieta? ¿O porque no ha cedido el paso antes de incorporarse a la misma? Hay que tener en cuenta que algunos conductores de más avanzada edad incluso pueden desconocer al detalle la normativa exacta de circulación dentro de una glorieta, ya que cuando aprobaron el carnet de conducir este tipo de intersecciones ni siquiera existían. Hoy en día son un elemento básico y clave para agilizar la circulación y mejorar la seguridad, algo que nadie pone en duda. Vamos a analizar los aspectos claves para sortear las glorietas con seguridad, basándonos en las recomendaciones de la DGT. Quizás algún punto os sea desconocido o no lo estéis practicando correctamente, de forma inconsciente. Si es así, nunca está de más un repaso a este concepto general de las normas de circulación.

Prioridad de paso

“Los vehículos que circulen por dentro de una glorieta tendrán prioridad respecto a los que intenten acceder a ellas”. Algo tan simple de entender, a veces es pasado por alto por algunos conductores. Es importante respetar la prioridad de paso a la hora de entrar en la rotonda. Los coches circulan en sentido contrario a las agujas del reloj (excepto en Reino Unido y otros países en los que se circula por la izquierda, que lo hacen al revés). Los vehículos que circulan dentro de los carriles de la glorieta, tienen toda la prioridad, y no tienen que dar prioridad a los vehículos que vienen por la derecha si estos no se han incorporado todavía.
Antes de la incorporación, es importante reducir la velocidad, para evitar maniobras de frenado bruscas y tener tiempo suficiente para ceder el paso.

Un detalle: los ciclistas que circulan en pelotón y se incorporan a una rotonda deben ser vistos como un solo vehículo. Es decir, en el momento en el que entran en la glorieta, debemos dejar que se incorpore todo el pelotón, hasta el último ciclista.

Elegir el carril correcto

Este es el punto más polémico a la hora de circular en una glorieta, el que provoca más discusiones y accidentes. Para hacerlo bien, hay que tener muy claro un principio muy simple: dentro de la rotonda se circula exactamente igual que en una autovía de dos carriles. Es decir, en el momento en el que nos incorporamos, hay que escoger el carril de la derecha, como lo haríamos si circuláramos en una autopista. Ahora bien, si el carril de salida se encuentra lejos y vamos a circular durante mucho tiempo en la rotonda, es preferible cambiar al carril interior, para después pasar al carril exterior un poco antes de la salida, previa señalización de la maniobra. De esta manera, facilitaremos la circulación sin molestar al resto de vehículos.
Por lo tanto, si al incorporarnos a la rotonda tenemos que salir en la siguiente salida, el carril adecuado para circular es el derecho. No es correcto “cortar” la rotonda por el interior y salir de forma inmediata por la primera salida, maniobra que suele verse de forma habitual.

Usar bien los intermitentes

Es muy importante señalizar con los intermitentes estas maniobras, y hacerlas con tiempo. No es correcto pasar de forma brusca del carril interior al exterior justo antes de tomar la salida, como tampoco lo haríamos si circulasemos en una autopista. Hay que anticipar y señalizar la maniobra de forma correcta, dejando margen de tiempo para que los demás vean qué vamos a a hacer. .
Los coches que circulan por el carril exterior siempre tienen preferencia. Si por cualquier motivo no podemos incorporarnos a tiempo, es preferible dar una vuelta más a la rotonda que realizar una maniobra brusca.

Los intermitentes deben usarse con sentido común, para todas las maniobras de cambio de carril y para señalizar la salida. No es recomendable abusar de ellos, por ejemplo, manteniéndolo accionado cuando estamos en el carril interior (es innecesario), o cuando estamos en el carril exterior, ya que podría interpretarse que estamos punto de tomar la siguiente salida.

La DGT, en su canal de Twitter, muestra de forma gráfica cuales son las maniobras correctas o incorrectas a la hora de circular por una rotonda. Lo tenéis en este enlace: https://twitter.com/DGTes/status/1133264827927998465/photo/1

Atendiendo a estas normas básicas, la circulación por las rotondas sería todavía más fluida y segura. Dejando a un lado las incorrecciones por parte de algunos conductores, lo cierto es que estas intersecciones han mejorado enormemente la fluidez del tráfico, algo que nadie puede poner en duda.

Artículo extraído de:
Coches.net