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Te proponemos 10 películas en las que el automóvil es uno de los grandes protagonistas. Una lista ideal para disfrutar en este frío inicio de año en días de sofá y manta. Claro que en franquicias como James Bond y The Fast and The Furious además de acción encontrarás un sinfín de persecuciones de coches. Te proponemos algunas películas más clásicas, e incluso algunas que quizás ni sabías que existían.

Si eres un apasionado del motor ten por seguro que esta lista te parecerá increíble

Le Mans

La película por antonomasia para los amantes del motor es sin duda alguna Le Mans de 1971. Un proyecto cinematográfico creado por el icónico Steve McQueen. McQueen llevó su pasión por el automovilismo hasta el punto de producir él mismo este filme en el que se viven las 24 Horas de Le Mans desde dentro. Sientes los sonidos de la carrera, la dureza de la misma, de hecho, llegó a inscribir un Porsche 908 en la edición de 1970 equipado con dos cámaras de cine. Una de las cámaras enfocaba hacia delante y la otra hacia detrás. Con ello en la película, además de las escenas que se grabaron expresamente para ella, también se mezclan imágenes reales de la carrera más dura del mundo.

Grand Prix

Otro filme de culto es Grand Prix de 1966. Al estilo de Le Mans en esta producción de Hollywood dirigida por el gran John Frankenheimer se muestra el circo de la Formula 1 desde dentro. Reflejando lo peligroso y duro que era tomar parte en la máxima expresión del automovilismo a mediados de los años 60, por lo general en aquellos tiempos 5 pilotos podían perder la vida cada temporada. Fue la primera película en la que se usaron cámaras onboard. Se instalaron cámaras de cine con estructuras tubulares sobre coches de carreras para así poder grabar escenas lo más realistas posibles.

Bullitt

Bullitt es posiblemente la mejor película de Steve McQueen, en esta cinta de 1968 además de una banda sonora para enmarcar se encuentra la que por muchos está considerada como la mejor persecución de la historia del cine. Situada en las calles de San Francisco (Estados Unidos) la persecución entre un Ford Mustang GT 390 Fastback del 68 y un Dodge Charger sigue siendo épica a día de hoy. Escenas reales, grabadas en la calle con coches saltando por las empinadas rampas de las calles que bajan hasta la bahía de San Francisco con sus motores V8 rugiendo a fondo. El propio Steve McQueen tomó parte en la mayor parte de escenas de acción de aquella persecución. Nada de dobles, ni mucho menos efectos especiales como sí sucede en las películas de última hornada.

Ronin

Si las escenas de persecuciones son lo tuyo, junto a Bullitt no puede faltar Ronin. Protagonizada por Robert De Niro y Jean Reno esta película de 1998 recoge dos de las mejores persecuciones de todos los tiempos. La primera se sitúa en las inmediaciones de Niza (Francia) y está protagonizada por un Mercedes 300 SEL 6.9, un Audi S8 y un Citroën XM. La segunda persecución es igual de trepidante, por no decir que va todavía más allá. En las calles de París un Peugeot 406 frente a un BMW M5. Escenas reales rodadas por especialistas, otro ejemplo de que lo real supera al CGI (computer generated image) o imágenes generadas por ordenador.

No man´s land

Siguiendo con el tema de las persecuciones otra de las buenas y muy poco conocida es No Man’s Land de 1987. Protagonizada por Charlie Sheen, el hijo de Martin Sheen, y D.B. Sweeney. La línea argumental se mueve en torno a amigos intrépidos que dedican su tiempo a la sustracción de bienes preciados, Porsche 911 para ser más exactos. En pocas películas se pueden ver tantos 911 como en No Man’s Land, 930 Turbo, Flatnose, Targa, Cabrio… Además, de las escena en las que los van robando uno a uno, también hay varias persecuciones.

The Driver

The Driver de 1978, no confundir con Drive de 2011. Ryan O’Neal interpreta a un conductor que es contratado por bandas de atracadores para ser el “Driver”, el conductor en la huida. Hay una escena antológica en un garaje en la que el doble de O’Neal realiza una demostración de sus habilidades al volante. 4 intensos minutos en los que un pobre Mercedes-Benz 280 S caja W108 termina algo magullado. Las persecuciones principales de la película tampoco tienen desperdicio.

The Fast and The Furious Tokyo Drift

La franquicia The Fast and The Furious es conocida por todos. Tiene gran número de seguidores y también sus detractores. De todas quizás una de las mejores en cuanto a acción al volante es Tokyo Drift de 2006. Además de los protagonistas Lucas Black, Bow Wow y Sung Kang, uno de los grandes tapados de la película es Keiichi Tsuchiya. Tsuchiya además de piloto profesional y fundador del programa de televisión de motor japonés Best Motoring está considerado como el creador del Drifting como competición. Keiichi Tsuchiya suele ser conocido como DK o Drift King, el auténtico Drift King. Además de ayudar en gran número de aspectos a lo largo del proceso de filmación de esta película, Tsuchiya hace un cameo en una escena grabada en la bahía de Tokyo, la famosa Wangan. Hace de pescador sentado en el muelle criticando la evolución del protagonista al volante mientras este trata de aprender a hacer drifting. Pese a ser una ficción pura se muestran aspectos tradicionales de la cultura del automóvil en Japón, como el Touge, el Drifting, así como las concentraciones nocturnas y las carreras ilegales conocidas como Wangan que se llevan a cabo en las proximidades de Tokyo.

Rush

En pasada década se estrenó otra película dedicada al automovilismo, Rush en 2013. Una cinta que presenta la rivalidad en la pista entre Niki Lauda y James Hunt durante la década de los años 70 en el Mundial de F1. Merece la pena destacar el papelón que interpreta Daniel Brühl, quien llegó a pasar un tiempo con el propio Lauda para imitar a la perfección sus expresiones y gestos. James Hunt es interpretado por el australiano Chris Hemsworth, sí Thor. Dirigida por Ron Howard, los coches están muy bien escogidos y las escenas de acción, pese a que muchas fueron grabadas en un mismo circuito simulando que eran distintos no terminan de estar nada mal.

Ford V Ferrari

Fod v Ferrari de 2019 podría ser calificada casi de publirreportaje de Ford, pero pese a ello es un buen espectáculo si te gustan los coches. Con Matt Damon y Christian Bale a la cabeza del reparto presenta la disputa que a mediados de los sesenta se vivió entre Ferrari y Ford. Ferrari no pasaba por un buen momento económico debido al enorme dispendio que realizaba en la F1 y en el Mundial de Resistencia con sus prototipos, al mismo tiempo que vendía muy pocos coches. Ford propuso un pacto para comprar Ferrari, pero la negociación no terminó demasiado bien que digamos. En general la línea argumental sigue bastante bien la historia real, eso sí, se obvia el papel que jugó la firma británica Lola en el proyecto del Ford GT original, de bien seguro que sin esta colaboración de los ingleses, el equipo americano no habría logrado el resultado final esperado.

The Italian Job

Pocos inicios de una película son tan épicos como el de la versión original de The Italian Job, la de 1969. Aquel Lamborghini Miura de color naranja subiendo a fondo por el puerto del Grand Saint Bernard en los Alpes Suizos mientras suena la canción “On Days Like These” de Matt Monro. Pero no termina ahí, en The Italian Job toman protagonismo más coches, ¡hasta un autobús! Qué decir de la espectacular persecución con tres MINI por el centro de Turín (Italia). Entre sus protagonistas están Michael Caine y el mismísimo Benny Hill.

Artículo extraído de:
Coches.net