Hace más de una década que los pilotos de Moto GP hacen uso del airbag, que ha pasado a ser obligatorio en las modalidades más pequeñas y se estudia su imposición en el Dakar. Estos dispositivos, que actúan protegiendo la espalda, cuello, hombros y tórax, son relativamente novedosos en el campo de la circulación abierta, pero saltaron al estrellato ante las declaraciones de Pere Navarro, director general de Tráfico, sobre su posible implementación en la nueva normativa del reglamento de circulación. Por ese entonces, muchos desconocían su existencia y venta al público, así como los precios para muchos inaccesibles. En este artículo os detallaremos los tipos de airbag para motos, su accionamiento, reposición en caso de caída y precio en el mercado.
Actualmente solo el casco es obligatorio en caso de circular en motocicleta y, pese a las incesantes propuestas, no existen otros complementos valorados
Navarro dejó caer la bomba sobre la posible obligatoriedad del Airbag como uno de esos globos sonda que lanzan los políticos para ver la reacción, muchas veces desagradable, de la población a la que afectan. En este caso las respuestas no tardaron en llegar y no es para menos. Actualmente solo el casco es obligatorio en caso de circular en motocicleta y, pese a las incesantes propuestas, no existen otros complementos valorados.
En 2019 se presentó un plan de protección para motoristas que hablaba de los guantes. ¡Los guantes obligatorios! Un detalle que muchos ya incorporamos por nuestra propia seguridad y que es esencial para reducir los daños en una caída, tanto urbana como en la carretera. Finalmente, la Ley de Seguridad Vial de mayo dejó fuera la petición de los guantes, de modo que hablar de airbags parece saltarse algún que otro paso.
Más allá de la polémica política, que siempre está servida, en motos.net estamos para informar de la evolución de un sector que nos apasiona, pero que también tiene su riesgo. El equipamiento de seguridad también debe formar parte de este estilo de vida, más allá de legislaciones, que llegan siempre muy tarde. Sobre si vale la pena o no invertir en nuestra vida, no lo vamos a discutir. Sobre si vale la pena o no una espaldera, tampoco. Los daños en la columna vertebral representan el 10% del total de lesiones en caídas. Una lesión en la médula espinal puede pasar de ser recuperable a mortal, sin olvidar las consecuencias de una parálisis que varían en función de la altura dañada.
Antes de pasar a hablar de airbags, que todos sabemos el precio que tienen, vamos a conocer las diversas opciones de espalderas, en función de su material (más duro o blando) e incluso su funcionalidad. Para ello contamos con la inestimable ayuda de los colegas de Motocard, que cuentan con un amplio repertorio de opciones tanto en su web como en las tiendas físicas.
Las espalderas no se negocian
Lo primero que debemos tener en cuenta a la hora de comprar una espaldera, o cualquier producto de seguridad, es que en Europa deben pasar una serie de pruebas. Eso les dota de una homologación certificación CE, que les reconoce cierta resistencia y aguante.
En el caso de las espalderas hay dos tipos de homologaciones: el nivel 1, que debe transmitir al motorista una fuerza de menos de 18 kNewton y el nivel 2, que reduce esta fuerza hasta los 9 kN. Todo lo podemos leer en las etiquetas o dibujos de la propia espaldera: el dibujo que identifica que es para moto, el número 1 o 2 del tipo de protección, T- sí ha pasado la prueba de baja temperatura (-10 grados), T+ si ha superado las altas temperaturas (40 grados) y el tipo de homolgación aprobada.
Tras saber si el producto es de calidad surge la duda más habitual: ¿Qué tipo de espaldera me compro? Es lógico que todos queramos ir a lo que más protege pero, puede que no sea realmente lo necesario. El producto de mayor seguridad también es el más rígido e incómodo, lo que para nuestro día a día puede suponer no utilizarlo y ser contraproducente.
Para los desplazamientos más urbanos, a menor velocidad, podemos optar por las espalderas blandas que se añaden a la chaqueta de moto urbanita, que las hay y todos sabemos que lucen suficientemente estilosas (como las de Seventy Degrees) para que no sea una excusa. Estas “chupas” cuentan, en muchos casos, con un bolsillo en la espalda que encaja a la perfección con espalderas de tamaño “universal”. Son las más accesibles, con precios que parten de los 25 euros hasta los 60 aproximadamente de un modelo Spidi en Motocard.
Las espalderas rígidas que cubren la mitad de la espalda y también encajan con ese bolsillo son las más habituales, dado que transmiten más seguridad y su precio es aceptable, con márgenes desde los 50 o 60 euros. Son algo incómodas pero van mejorando y las hay perforadas, que para verano son más transpirables pero también más caras. En este caso sí os recomendaría, antes que nada, estudiar si caben o no en la chaqueta, dado que los fabricantes más comunes suelen hacerlo “ad hoc” para sus productos.
Las espalderas de circuito van mucho más pegadas al cuerpo, gracias a la utilización de correas y fajas. Cubren de las cervicales hasta el coxis y permiten una gran movilidad. En este caso recomendamos 100% que sean de la marca en caso de meterse en el bolsillo o querer fijarlas al mono o chaqueta. Su precio ronda los 150 euros. De modo que el precio no puede ser el motivo de su renuncia.
Airbag obligatorio
Los airbags, en cambio, tienen un coste notable e inaccesible en muchos casos. Esta tecnología, que sin duda es el avance más importante y relevante en el aspecto de la seguridad después del casco, ha llegado a nuestras vidas mal acompañado. Las declaraciones de Pere Navarro no gustaron pero la evolución de este dispositivo, y la posibilidad de encontrarlos a un precio más interesante, nos anima a explicar más sobre ellos.
Los estudios sobre siniestros, con o sin airbags, convencen a las firmas más vanguardistas sobre la utilidad de estos airbags, que suponen un 90% en la reducción del impacto. Lo más relevante es que, depende del producto, nos aseguramos la protección del cuello, que reduce traumas cráneo-encefálicos y disminuye el efecto latigazo o hiperextensión cervical. Si el modelo en cuestión protege los hombros también disminuimos la posibilidad de fractura de clavícula por impacto con el casco y, por supuesto, tiene protección de espalda y pecho, de modo que reduce la posibilidad de sufrir trauma torácico y lesiones medulares.
Como sucede con las espalderas, las firmas habituales como Dainese (pionera en lanzarlo para todos los públicos) y Alpinestar han desarrollado sus propios Airbags. Los más habituales son los chalecos, que pueden ser airbags mecánicos. Es decir, se atan con una correa al chasis de la moto y salta al detectar que se desconecta. Son los más económicos pero la duda lógica es: ¿Qué pasa si me lo dejo puesto y me bajo de la moto? Realmente tienen un margen de elasticidad y solo actúan en caso de tirón muy notable, algo que no hacemos cuando nos alejamos de la moto.
Con tecnología más innovadora están los airbags electrónicos, que tienen su propia centralita capaz de detectar el cambio de posición repentina (como en un coche) y se activa antes gracias a su reacción en milisegundos mediante algoritmos de fuerzas G. Incluso pueden conectarse al sistema de conectividad de la moto.
Tenemos también chaquetas de moto o monos con airbag integrados. Es un sistema más sofisticado pero supone un sobrecoste importante. En chaqueta de cuero difícilmente bajará de los 1.000 euros y se incrementa hasta pasados los 2.000 en los monos Dainese. Además, cuando tienes que cargarlo, porque es un dispositivo electrónico que hay que cargar y enchufar en las tomas domésticas, tienes que tener en cuenta el volumen de todo el conjunto.
Nos centraremos en los chalecos, que son los más útiles, funcionales y con una relación calidad precio más decente. Su proceso de carga es más cómodo, porque pesan pero no es tan exagerado como los monos completos. Son piezas independientes, de modo que los puedes llevar con cualquier chaqueta sin necesidad de que sean de la misma marca o siempre la misma.
· Puedes ir cambiando de chaqueta.
· En caso de activación solo tendremos que cargar los cartuchos de gas. Si el dispositivo es más complejo o se ha roto con la caída hay que mandar la chaqueta al fabricante.
· Los tejidos del chaleco son antiabrasivos.
· Se cargan más fácilmente.
· Algunos se pueden colocar por encima y otros por debajo.
Si quieres adquirir un airbag (chaleco) para colocar por debajo de la chaqueta o cuero deberás tener en consideración el tamaño de este. Los fabricantes aconsejan una holgura de 2 a 3 dedos en la zona torácica para que, en caso de activación, no afecte a la equipación ni pueda hacernos daño a nosotros mismos. Así que nos tendrá que quedar algo grande.
El precio de los airbags
El rechazo principal hacia el Airbag no viene por su utilización, dado que nos acostumbraremos como lo hicimos con el casco. El problema es con su precio. Al ser un producto relativamente nuevo está en pleno desarrollo de producción, de modo que los modelos de firmas reconocidas rondan entre los 600 a 1000 euros. Existen alternativas como los modelos Ixon, de 350 euros, o el Tucano de 400 euros, pero sigue siendo un coste considerable.
Otras opciones menos conocidas son las de Hit Air, que parten de los 525 hasta 640 euros, e incluso es posible encontrar algún airbag en internet por 150 euros con certificación, pero su fiabilidad dista de ser recomendable. Tal como nos explicó Xavi Vallejo, máximo responsable de la marca Airobag para Europa: “es importante que los airbags para motoristas no sean obligatorios mientras la norma que regula su homologación y certificación europea no sea modificada”. Tal como él mismo comentó: “la normativa que recoge estos airbags ni siquiera contempla los electrónicos porque no existían”, vamos que está obsoleta.
Airobag vende el Wise, que sale desde 369 euros con un precio de recarga de solo 4 euros y puedes hacerlo tú mismo sin problemas. Si optas por la chaqueta completa son 599 euros y la Touring se va a 699 euros, con un sistema avanzado de doble activación y 8 euros por recarga. Además, es la primera firma en tener un producto específico para niños, con un tallaje más pequeño.
El momento de la carga del cartucho o botella de gas comprimid (CO2), es otro de los grandes misterios. En algunos casos, como el de Airobag, es un proceso simple que puedes realizar en tu casa, siempre y cuando el chaleco no esté rajado. Otras firmas, como Alpinestar o Dainese, recomiendan hacerlo a través de sus tiendas, con un coste aproximado de 100 euros (en función de la marca). En caso de caída grave y rotura de la chaqueta, mono o chaleco de airbag, se tendrá que reparar y supone un sobrecoste de mantenimiento de hasta 250 euros.
Artículo extraído de:
Motos.net