Cuando un coche, por el motivo que sea, se ha convertido en un icono, la marca que lo fabricó suele tener la tentación de revivirlo al cabo de un tiempo para intentar recuperar, apelando a la nostalgia y a los valores que convirtieron al coche original en un mito, el éxito que tuvo ese primer modelo. Los casos, la mayoría de ellos recientes, existentes en el mundo del automóvil, han sido numerosos. Hoy repasaremos algunos de ellos centrándonos en aquellos coches que fueron resucitados por sus propias marcas con planteamientos más o menos similares y les otorgaremos, sin que ello signifique más que una opinión estrictamente personal, una valoración de su fidelidad al original en una escala de 10.
La marca que lo fabricó suele tener la tentación de revivirlo al cabo de un tiempo para intentar recuperar, apelando a la nostalgia y a los valores que convirtieron al coche original en un mito, el éxito que tuvo ese primer modelo
Alpine A 110
El Alpine A 110 Berlinetta original fue uno de los coches deportivos más icónicos jamás producidos en Francia. Evolución de otros modelos anteriores como el A106 y el A108, era un pequeño deportivo biplaza con mecánica Renault desarrollado y fabricado por la pequeña marca Alpine creada por el ex-piloto Jean Rédéle, en la localidad de Dieppe. Construido alrededor de un chasis de viga central, con una carrocería de fibra de pequeñas dimensiones y un motor de gran difusión montado en voladizo por detrás del eje trasero, el Alpine fue, además del sueño de toda una generación de aficionados al automóvil, un coche extraordinariamente competitivo tanto en los rallies (fue el primer campeón del mundo de constructores en el año 1973) como en las categorías inferiores en circuito.
Después de que la marca fuera absorbida por Renault y de que los descendientes del A110 fueran descatalogados definitivamente, Alpine desapareció hasta que en 2017 el Grupo Renault decidió recuperarla. Su primer modelo fue el A110 de nueva generación, un coche creado a imagen y semejanza del famoso modelo original del que conserva todo su espíritu de deportivo biplaza, ligero y, hasta cierto punto, asequible. Es evidente que existen muchas diferencias en el apartado de motor y chasis entre este nuevo coche y el original, pero también lo es que el nuevo A110 busca ser lo más fiel posible a lo que representaba su ancestro y que las sensaciones que proporciona son muy parecidas a las del modelo lanzado a finales de la década de 1960.
Es más, podríamos decir, que si Jean Rédéle tuviera que construir hoy un coche deportivo con la misma mentalidad con que lo hizo entonces, el resultado sería prácticamente el mismo que podemos comprar en cualquier concesionario Alpine actualmente. El chasis de viga central ha dado paso a un chasis monocasco y la carrocería de fibra a otra de estética muy similar construida en aluminio. El motor ya no va colgado detrás del eje, pero sigue estando detrás de los asientos, ahora en posición central para mejorar el reparto de pesos y es un motor Renault, por supuesto, y de gran serie como el que llevaba el modelo original. Además, ha hecho ya su debut en los rallies, en una época distinta y con reglamentos muy diferentes, pero mostrándose muy competitivo en su categoría.
Fiat 500
Un modelo lanzado en el año 2007 y cuyo éxito permitió que Fiat superara una situación económica muy delicada. El coche, diseñado por Roberto Giolito fue un éxito de ventas, no solo en Italia, su país de origen, sino también en otros mercados europeos, entre ellos el nuestro. Tal fue el éxito de este coche y tan acertado su diseño que 15 años después de su nacimiento sigue liderando su segmento en el mercado europeo sin apenas cambios respecto del modelo de 2007. Es más, su sustituto, el Fiat 500e, un coche 100% eléctrico, es prácticamente idéntico al modelo al que reemplaza.
No es del todo fiel al original debido a dos características que le alejan un poco de su venerable abuelo; la primera, el cambio radical de estructura mecánica y la segunda, el posicionamiento del coche en el mercado. Si el nuevo 500 ha sido, desde su lanzamiento, un coche orientado hacia un público mayoritariamente femenino y con un cierto poder adquisitivo, el original fue siempre un coche de primer precio destinado a todo tipo de clientes.
El Fiat 500 de 1957 medía menos de 3 m de longitud y fue desarrollado por el ingeniero Dante Giacosa. Sustituyó al 500 Topolino de preguerra y está considerado como uno de los primeros coches desarrollados exclusivamente para el ámbito urbano. Al contrario que su réplica moderna tenía el motor situado en la parte trasera y la tracción al eje posterior. El propulsor era de 2 cilindros, inicialmente de 479 c.c. (con el tiempo pasó primero a 499 y después a 594) y tuvo, como el modelo actual, derivaciones deportivas desarrolladas por la firma Abarth, entonces una empresa independiente. En lo que sí coinciden ambos modelos, además de en el nombre y en su adorable aspecto, es en su longevidad puesto que la generación actual ha cumplido ya los 15 años y el original se fabricó durante 18.
Ford Bronco
El Ford Bronco original fue lanzado en el año 1966 en los Estados Unidos como respuesta al éxito del Jeep CJ-5, la versión civil de los antiguos modelos militares, y de otros vehículos similares como el Toyota Land Cruiser, introducido en el mercado estadounidense en aquella época. El Bronco era un auténtico todoterreno con chasis de largueros y travesaños, ejes rígidos, el trasero soportado por ballestas, tracción a las cuatro ruedas de serie y motores de 6 cilindros en línea o V8 de hasta 4,9 litros.
El modelo original, fabricado hasta 1978, se convirtió en un icono en los Estados Unidos. Su diseño simple, su techo de fibra que permitía descapotarlo a voluntad, su robusta mecánica y unas excepcionales cualidades todoterreno le convirtieron en un auténtico rival de los Jeep CJ y en un coche apreciado por los entusiastas de la conducción fuera de carretera. A partir de 1978, con la llegada de la segunda generación, el Bronco se convirtió en un coche más grande, refinado y lujoso, pero también más orientado hacia un uso en asfalto. A esta segunda generación le siguieron otras tres hasta la desaparición del modelo en el año 1996.
La sexta generación, la actual, que desafortunadamente no se vende en Europa, es un coche que bebe directamente de la filosofía del modelo original, aunque la marca lo ha declinado esta vez en dos versiones, una de 2 puertas, la más fiel al espíritu del Bronco de 1966, y otra de batalla larga con cuatro puertas. Mecánicamente el coche es fiel al original, con un chasis separado y suspensión trasera por eje rígido, lógicamente con muelles en lugar de ballestas y sus motores de 4 y 6 cilindros equivalen actualmente a los de 6 y 8 de la época. Como el original, el nuevo Bronco puede también descapotarse, su parabrisas es abatible y las puertas pueden desmontarse. Orientado al 100% a la práctica del todoterreno, Ford ha revivido un mito mostrándose lo más fiel posible al original.
Chevrolet Camaro
El éxito sin precedentes del Ford Mustang, un coche deportivo lanzado en el año 1964 en versiones cupé y descapotable, obligó a General Motors a reaccionar lo más rápidamente posible para tener a punto, en 1967, no uno sino dos rivales del exitoso modelo de Ford. Esos dos coches fueron el Chevrolet Camaro y el Pontiac Firebird. Ambos modelos, que compartían chasis y motores, evolucionaron con los años hasta el año 2002, cuando la cuarta generación dejó de fabricarse. En 2010, Chevrolet decidió recuperar el Camaro, esta vez en solitario puesto que la marca Pontiac había sido ya eliminada del porfolio de General Motors.
La primera generación del Camaro fue un pony car, es decir un deportivo pequeño (para los estándares estadounidenses) y económico derivado del Chevrolet Nova y y con motores de 6 cilindros en línea y V8 de hasta 7 litros. El Camaro se convirtió muy pronto en un modelo de éxito y se transformó, primero de pony car a muscle car, con versiones con potencias próximas a los 400 CV brutos y luego en un simple deportivo de estética pintona, pero mecánica aburrida como consecuencia de la llegada de la crisis petrolera que provocó un descenso radical en la potencia de los motores de los coches americanos.
El Camaro de 2007 olvidó por completo la evolución del coche y se centró en reinterpretar, al menos a nivel estético, a la generación original. El parecido entre ambos es notable, aunque sin llegar al nivel de otros modelos como el Ford Mustang, que no aparece en este listado porque nunca estuvo descatalogado, o el Dodge Challenger del que hablamos más adelante. El Camaro renació además como modelo mundial, ofrecido en todo el mundo, Europa incluida, y montó motores de 6 y 8 cilindros de hasta 588 CV. A esta generación citada le sustituyó en 2015 la generación actual desarrollada sobre una plataforma completamente nueva, pero que ya no se comercializa en nuestro mercado.
Mini
El Mini es uno de los grandes iconos mundiales del automovilismo. Vinculado con la cultura pop, fue uno de los coches más innovadores en su momento (fue el primer modelo de serie con el motor dispuesto en posición transversal para ahorrar espacio en la parte delantera), se vendió prácticamente en todo el mundo y se produjo durante más de cuatro décadas sin apenas cambios sustanciales. Lo diseñó el ingeniero británico de origen griego Alec Issigoniss y se vendió bajo las marcas Austin, Morris y Mini, con variantes vendidas como Wolseley o Riley y como Authi en España e Innocenti en Italia. Tuvo también un gran éxito deportivo tanto en circuitos como en rallies, especialidad en la que se impuso en las principales pruebas de la década de 1960, entre ellas el rally de Montecarlo que ganó en tres ocasiones.
Entre el fin de producción del Mini clásico, en el año 2000, al inicio de la fabricación de la nueva generación, ese mismo año apenas pasaron unas semanas, pero el hecho de que el nuevo modelo se lanzará una vez el antiguo grupo Rover, que alargó artificialmente la vida del modelo original, fuera adquirido por BMW basta para justificar la presencia del nuevo Mini en este artículo. El coche fue diseñado por Frank Stephenson (entrevista con el diseñador donde explica como diseñó este coche en este enlace) y mantenía la mayoría de los elementos de diseño propios del coche original como los faros redondos, la forma de la parrilla delantera, los pasos de rueda marcados o el techo plano y de color contrastado.
El nuevo Mini, sin embargo, era un coche notablemente más grande, más habitable y con un portón trasero en lugar de una portezuela que abría hacia abajo. Sus mecánicas eran de cuatro cilindros como las del modelo original, como este último disponía de versiones Cooper (llamadas así en honor de John Cooper que fue quién realizó las variantes deportivas del modelo original) y sobre su base se desarrolló una variante familiar llamada Clubman claramente inspirada en los modelos Traveller y Countryman del Mini original. La generación actual del Mini (prueba en video en este enlace de la exclusiva versión John Cooper Works GP) es la tercera moderna. Y será con casi toda seguridad la última con motores térmicos puesto que se ha lanzado ya una variante eléctrica llamada Cooper SE.
Volkswagen Escarabajo
Más allá del nombre y de su estética neo retro, la recuperación del Volkswagen Beetle por parte de la marca alemana concretada en el lanzamiento de la primera generación del New Beetle en el año 1998, nunca destacó por su fidelidad al concepto original. Fabricado en México y desarrollado sobre la plataforma del Volkswagen Golf contemporáneo, el New Beetle, del que existió también una versión descapotable y versiones de gasolina y diésel, era radicalmente distinto a su antecesor en lo que a mecánica se refiere.
Y es que el Volkswagen Escarabajo original era un coche de motor y tracción traseros, con un propulsor de tipo bóxer refrigerado por aire y concebido por el ingeniero Ferdinand Porsche por encargo del Tercer Reich alemán en un intento, abortado por la llegada de la Segunda Guerra mundial, de motorizar a la población alemana con un vehículo de coste asequible. Recuperado después de la Segunda Guerra mundial una vez reconstruida la fábrica por las tropas británicas, el Volkswagen Tipo 1 (el nombre de Beetle o Escarabajo nunca fue su nombre comercial) se fabricó hasta el año 2003 cuando cesó la producción en México y por lo tanto ambos vehículos se solaparon.
Ello le convirtió en el modelo más fabricado de la historia (si consideramos modelos fieles a su disposición mecánica original) y al que estuvo en producción durante más tiempo. Su indudable éxito en todo el mundo no pudo ser replicado por el New Beetle, un coche de nicho, orientado a un público femenino, menos práctico que el Golf del que derivaba y de precio más elevado. En 2012 la marca alemana lanzó una segunda generación de este coche, con un diseño más maduro, mayor habitabilidad y un acabado de más calidad, pero la moda de los modelos neo retro había pasado ya y en 2020 este segundo Escarabajo moderno fue descatalogado sin dejar descendencia.
Land Rover Defender
¿Qué tienen en común el antiguo Land Rover Defender, con el nuevo lanzado hace apenas dos años? Los puristas defensores del modelo original han criticado el hecho de que la marca usara el nombre de Defender para un coche que tiene una filosofía totalmente diferente, pero lo cierto es que Land Rover ha dado al nuevo Defender algunas características que le acercan a su recordado antecesor.
Por supuesto no tiene ni chasis de largueros y travesaños, ni suspensión con ballestas, ni ese volante pegado a la ventanilla que caracterizaba al modelo antiguo. Y no es, desde luego y a pesar de que se haya lanzado una versión comercial, un todoterreno de trabajo como sí era el Defender original. El nuevo tiene chasis monocasco, suspensión neumática, una sofisticada electrónica que le permite avanzar sobre cualquier superficie y sortear cualquier obstáculo, un habitáculo de lujo y un precio que dobla al del modelo en el que se inspira, pero conserva de aquel, además del nombre, la disponibilidad de dos carrocerías, corta y larga y unas líneas generales muy cúbicas que recuerdan no solo a las del Defender sino a las de todos aquellos Land Rover que le precedieron.
Cabe recordar que el Defender original nació en 1990 como continuador de la saga Land Rover iniciada con el Series I de 1948 y continuada con las Series II y III y con los Land Rover 90 y 110, denominación que estos coches tuvieron antes de adoptar la de Defender hace apenas 30 años. Otra de las coincidencias es que tanto el antiguo Defender, que dejó de fabricarse en 2016, como el nuevo llegaron a montar un motor V8 de gasolina. El antiguo, eso sí, nunca pudo presumir de disponer, como el nuevo, de una versión híbrida enchufable.
Dodge Challenger
Como el Chevrolet Camaro, el Dodge Challenger fue un “muscle car” de la época dorada de este tipo de automóviles, pero, a diferencia del Chevrolet, el Challenger solo estuvo en producción durante una generación entre los años 1970 y 1974 y no fue hasta 2008 que volvió a la vida convertido en un deportivo puro y duro del Siglo XXI. El modelo actual, pese a que lleva 14 años en el mercado, solo ha sufrido pequeñas actualizaciones y sigue fabricándose sobre la misma plataforma y con la misma carrocería de lanzamiento.
El Challenger original compartía plataforma con el Plymouth Barracuda, aunque tenía una distancia entre ejes ligeramente más larga para mejorar la habitabilidad de las plazas traseras. Bajo el capó montó diferentes motores, entre ellos un V8 de 7,2 litros con 6 carburadores y, como no, el famoso propulsor Hemi de 7 litros que superaba los 425 caballos SAE brutos y que podía combinarse tanto con una caja manual de cuatro velocidades como con una caja automática de 3 relaciones. Tenía, por supuesto, suspensión reforzada, frenos de disco en las cuatro ruedas y un capó con tomas de aire forzadas.
El Challenger actual se presentó en 2008 con una línea claramente inspirada en la de su antecesor y con un motor Hemi de 6,1 litros y transmisión automática de 5 velocidades. Este coche, vendido a un precio muy económico en Estados Unidos, tuvo un éxito inmediato y se ha mantenido a la venta desde entonces forzando a Chevrolet a recuperar el Camaro y a Ford a dar un impulso mucho más deportivo a su Mustang, el único de los 3 modelos actuales de “Muscle Car” que nunca ha sido descontinuado. Algunas versiones Hellcat del actual Challenger superan los 800 CV de potencia gracias a la adopción de sistemas de sobrealimentación.
Ford GT
El Ford GT de 2004 es uno de los modelos más fieles al vehículo original en el que se inspira de toda la historia del automóvil. Se lanzó como Concept car en el año 2002 y su éxito en el salón de Detroit decidió a la marca a construirlo en una serie limitada. El coche era casi rigurosamente idéntico al GT 40 de la década de 1960, un coche de competición creado para ganar las 24 horas de Le Mans, algo que consiguió en cuatro años consecutivos, y que tuvo también algunas unidades de serie simplemente para cumplir con el reglamento de homologación de la época.
La carrocería era prácticamente igual que la del modelo original, solo que un poco más grande en todas sus cotas, pero manteniendo las mismas proporciones. Con el incremento de tamaño podían añadirse al coche los elementos de seguridad necesarios para su homologación en el actual siglo y, al mismo tiempo, permitían crear un habitáculo mínimamente confortable. Por supuesto, el coche tenía un motor V8 situado en posición central con una cilindrada de 5,4 litros acoplado a una caja de cambios manual de 6 velocidades fabricada por el especialista británico Ricardo.
El inspirador de este modelo fue el GT 40, un coche de carreras del que se fabricaron apenas 105 unidades incluyendo las de calle y que se desarrolló a medio camino entre Gran Bretaña y Estados Unidos. El coche montó diferentes motores, siempre V8 y de cilindradas comprendidas entre 4,1 y 7 litros, siempre en función del reglamento vigente. Creado para derrotar a Ferrari en Le Mans después de la afrenta sufrida por Ford cuando el Enzo Ferrari se echó atrás en su decisión de vender la compañía a los americanos, se impuso no solo en las 24 horas de Le Mans sino en todas las grandes carreras de resistencia de finales de la década de 1960.
Cabe recordar que en 2015 Ford presentó un tercer GT que, una vez más, buscaba, con su aspecto deliberadamente retro, homenajear al coche original. En este caso, sin embargo, las diferencias son mucho mayores ya que este coche es claramente más grande, apela a tecnología de última generación utilizando carbono y aluminio y suspensiones de tipo push-rod y utiliza un motor biturbo de 6 cilindros en V y 3,5 litros de cilindrada que produce 656 caballos.
Fiat 124 Spider
Fiat lanzó en el año 1966, el llamado 124 Sport Spider, un bonito descapotable de 2 plazas y techo de lona que completaba la gama 124 integrada, asimismo, por la berlina, el familiar y un cupé de cuatro plazas. Todos ellos llegaron a España bajo marca Seat excepto, precisamente, el Spider. Diseñado y fabricado por Pininfarina, este coche montó diferentes motores de gasolina, con potencias crecientes, aguantó en el mercado hasta el año 1985 y consiguió un interesante palmarés en los rallies gracias a la preparación realizada por Abarth.
Cuando en el año 2016, Fiat decidió recuperar el concepto de roadster biplaza de tracción trasera, el nombre elegido no podía ser otro que el de 124 Spider. Las líneas del nuevo modelo, que ya ha sido descatalogado, se parecen mucho al del modelo original e incluso los motores elegidos, pese a disponer de turbo alimentación, tenían cilindradas parecidas. Además, existió una versión Abarth con una mayor potencia y el capó delantero en color negro igual que el Abarth original.
No obstante, ni la carrocería estaba firmada por Pininfarina, ni debajo de la misma había un chasis italiano. Los motores del 124 Spider eran, efectivamente, motores Fiat, pero el chasis era exactamente igual que el del Mazda MX-5, el descapotable japonés, icónico, que, en su última generación, la que todavía está a la venta, fue desarrollado conjuntamente entre la marca japonesa y la italiana. El 124, además, se fabricó en Japón.
Artículo extraído de:
Coches.net
Foto por:
Frank McKenna